Ilustrador: Ben Mantle
Traductor: Roberto Vivero Rodríguez
Editorial: Bruño
40 páginas
El pato Pati es supersimpático, amable, educado, atento... Pero una mañana se levanta con el pie izquierdo (perdón, con la pata izquierda) ¡y se convierte en un gruñón tremendo! ¿Conseguirán sus amigos que Pati vuelva a ser el de siempre?
Este fue el libro que elegió mi hijo de cuatro años el pasado día del libro, cuando fuimos a una librería a escoger cada uno un título, y, aunque costó llegar a la elección, me parece que valió la pena, porque este cuento me ha encantado y a él le hace mucha gracia. Además, me parece que transmite un mensaje muy interesante y necesario; hay muchos títulos que hablan de la rabia, de los enfados, de la ira, de cómo gestionar ese sentimiento, pero este en particular se centra en la sencilla y muy corriente situación de tener un día malo.
Pati es supersimpático nos cuenta la historia de un pato muy amable, generoso, agradable, que tiene muchos amigos precisamente por su bondad. A Pati todos lo quieren, y me gusta especialmente esta primera parte del libro para explicar la importancia de ser amable con la gente, de tratar bien a los demás, porque cuando una persona es buena, la gente la quiere. Sin embargo, un día Pati se despierta gruñón sin motivo aparente y la paga con los demás sin que estos le hayan hecho nada. «Pero, mamá, ¿por qué trata mal al gato si no ha hecho nada malo? Hijo, porque a veces cuando estamos enfadados, tratamos mal a los que tenemos al lado, es injusto, pero no podemos contenernos». (Conversación real con mi peque). De pronto, Pati, que siempre es supersimpático, se comporta mal, pero sus amigos, que lo conocen muy bien, saben estar a la altura y apoyarlo, porque todos podemos tener un día malo. Esta segunda parte del cuento es maravillosa porque es muy real, todos podemos levantarnos un día gruñones sin motivos, hacer las cosas mal, y qué bien viene que nos acompañen, que nos apoyen, que nos entiendan y no nos juzguen con dureza. Qué bonita reacción la de los amigos de Pati, que están a su lado incluso en los malos momentos.
Me ha gustado mucho este cuento, y la experiencia inicial con él ha sido muy positiva. Mi hijo ya conocía la historia porque se la había leído previamente su padre y me gustó mucho cómo iba él adelantándome cosas y explicándome la situación, cómo reflexionaba y entendía que, aunque Pati estaba tratando mal a los demás, tenía muy buenos amigos que lo apoyaban. Es un mensaje precioso que espero que cale en él (y en nosotros, los adultos, por supuesto) y, además, las ilustraciones son muy divertidas. Aparecen muchos animales graciosos y ver a Pati tan gruñón (como en la cubierta) es de lo más simpático. Un acierto de cuento, sin duda.
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