Ilustradora: Sonia Sanz
Editorial: El Dodo lector
48 páginas
Aquella tarde había una espesa niebla que dificultaba la visión para poder caminar en el pueblecito, el pequeño Raúl se encontraba sentado con el libro abierto, pero sin poder concentrarse. Llevaba horas observando un extraño y peculiar objeto: su tarro de los miedos. Un tarro que escondía un gran secreto: superar el miedo cuando estaba presente, pero ¿hacía desaparecer los temores así como así? ¿Había que cerrar los ojos y soplar? Un tarro que fue adquirido en una pequeña tienda muy extraña y peculiar: la tienda Atrapamiedos. ¿Qué le sucederá a Raúl y a su hermana con sus tarros del miedo? ¿Lograrán superar sus miedos y temores con este mágico objeto?
Compramos este cuento a mi hijo en la última Feria del Libro, fuimos a una caseta donde había muchas opciones y él escogió. Estaba indeciso entre este y otro título, al final se decantó por este y nos lo llevamos a casa. Se trata de un cuento con la finalidad de ayudar a los pequeños con sus miedos, de darles coraje para superarlos y convivir con ellos. No tenemos aún ningún problema con este tema, mi hijo, de cuatro años, aún no ha dado muestras de miedos ni temores que le impidan, por ejemplo, dormir, por eso yo estaba indecisa con la elección del cuento, pero nunca está de más tener esta opción para futuro.
Hay algo en este libro que no terminaba de convencerme. Si el niño no tiene miedos y en el cuento aparecen diferentes elementos que dan miedo, ¿puede esto incentivar a que aparezcan estos temores en el pequeño? En El tarro de los miedos, el protagonista teme la oscuridad y se enfrenta a este temor teniendo que convivir con ella, en la que aparecen diferentes monstruos y personajes que dan miedo. No me convencía para nada, pero la realidad es que, muchos meses después, mi hijo no ha dado muestras de miedos ni tampoco es un problema para él ver a estos monstruos en el cuento. De hecho, a pesar de que a mí el libro no me gusta mucho, él lo sigue pidiendo con mucha frecuencia.
Se trata de un cuento largo, en casa solemos leerlo en un par de días si lo hacemos por la noche; dejamos la historia a medias y al día siguiente la continuamos. Las imágenes son oscuras, pero bastante bonitas. La autora da herramientas para que los pequeños venzan sus miedos y estos no los incapaciten. Después de meses, la historia sigue sin convencerme del todo a mí, pero a mi hijo le gusta mucho, por lo que estoy contenta con la compra.