Narradora: Neus Sendra
Editorial: Destino
272 páginas
"Hace muchos años, tantos que no vale la pena contarlos, existió una niña llamada Gabriela, que solía perder a menudo un zapato. Solo uno, no los dos,..." Cuando lo perdía, los mayores se enfadaban mucho con Gabriela, y ella se sentía rara y triste, muy triste. Pero un día descubrió que algo muy especial ocurría en esos momentos. Se abría una puerta que solo podía cruzar quien llevara un solo zapato, una puerta que estaba a punto de llevarla a un mundo mágico donde todo era posible.
Todos tenemos un autor favorito, alguien por quien acudimos rápidamente a la librería cada vez que saca libro y cuyas novedades esperamos con ansia. Pues a mí me ha pasado también con una narradora de audiolibros: Neus Sendra. Me encanta cómo lee esta mujer, cómo te mete de lleno en la historia e interpreta a los distintos personajes. Tanto me gusta que en la aplicación he buscado títulos por narrador y tengo varios guardados. Y Sólo un pie descalzo me llamó la atención por varios motivos: porque nunca he leído nada de Ana María Matute (que yo recuerde), porque tiene una cubierta monísima y porque es un libro breve, y en ese momento quería algo entretenido y corto. Sin embargo, aquí acaban las cosas buenas que tengo que decir porque, aunque el libro es breve, he tardado más en terminarlo que otros mucho más largos, y es que no me ha gustado.
He leído que se trata de un relato infantil, aunque no sé yo si este libro le gustaría a mi sobrina de nueve años, por ejemplo. Empieza muy bien, con un regusto a novela de época, con una niña pequeña como protagonista que se siente sola en una casa llena de gente. La primera hora de escucha se me hizo corta, interesante y entretenida. Pero en cuanto la niña descubre el libro del pie descalzo y comienza a hablar con el menaje de la casa perdí todo el interés. Y no exagero, me ha parecido un libro aburrido, soso y sin ningún sentido. Sí, la autora escribe muy bien y, por supuesto, la narradora es excelente, pero este libro no es para mí. Tendré que probar otra cosa de esta grande, Ana María Matute.