Te daría el mundo, Jandy Nelson

Te daría el mundo, Jandy Nelson
Traductora: Victoria Simo Perales
Editorial: Alfaguara
416 páginas
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Noah y su hermana gemela Jude son inseparables. El solitario Noah dibuja sin parar, y se ha enamorado en secreto de su enigmático vecino. La atrevida Jude salta desde altísimos acantilados, lleva pintalabios rojo y habla por los codos.

Pero, con 16 años, los hermanos ya no se hablan. Algo les ha ocurrido. Algo ha pasado entre ellos que los ha removido de forma diferente... Hasta que Jude conoce a alguien, un atractivo y frágil chico, y a una nueva fuerza en su vida todavía más impredecible y ligada a su pasado de forma inevitable.

Los primeros años de esta historia los cuenta Noah; los últimos, Jude. Lo que ninguno comprende es que solo conocen la mitad de la historia y que, si pudieran compartirla, tendrían una oportunidad real de regalarse el mundo de nuevo.

(Texto extraído de la ficha del libro en la web de la editorial) 

Cuando encontré el libro en la lista de novedades de la editorial y vi esa cubierta tan colorida debo admitir que no me atrajo en absoluto. Por la fachada, habría dicho que era una novela demasiado juvenil, tirando para infantil. Pero después reparé en el nombre de la autora, que tanto me sonaba. ¡Claro! Yo había leído una novela de ella, y una novela que me había enamorado. Tenía que leer también esta. Cuánto me alegro de haberlo hecho, de haber leído, devorado y disfrutado esta novela. Te daría el mundo es lo mejor que he leído en lo que va de año. Es un libro muy, muy especial que no dudaría en recomendar a todo el mundo, la historia me ha llegado al corazón y me ha emocionado mucho.

Comenzaré comentando que si no conocéis a Jandy Nelson tenéis que darle una oportunidad. Tiene un estilo maravilloso y narra de una forma que hace que el lector sueñe con los ojos abiertos. Te daría el mundo es pura poesía. La historia está narrada de una forma hermosa. Nelson, con sus palabras, atrapa al lector y lo invita a atravesar el papel y correr de la mano de los protagonistas, a observarlos desde detrás de un árbol, a volar, flotar y reír con ellos. No me salen las palabras para describir lo que esta mujer me ha hecho sentir ya no con su historia, sino con su forma de contarla.

En cuanto a la trama de la novela, es absolutamente maravillosa. Hay dos voces narrativas, la de Noah y la de Jude, dos hermanos mellizos que se adoran y veneran. Él cuenta la historia cuando tienen trece años; ella, tres años después. En ese lapso de tiempo observamos que algo ha pasado que ha destruido esa maravillosa relación que tienen. Ya no están tan unidos y la historia está en un punto que sorprende al lector: ¿cómo ha acabado Jude así y Noah de ese otro modo? Son dos personas totalmente diferentes a las que eran con trece años, y el por qué de ese cambio lo va narrando Noah en el pasado, acompañado de las aclaraciones de Jude en el presente. La historia es muy coherente y al final, cuando vas descubriendo los detalles, ves que todo encaja perfectamente. El final es perfecto, un broche de oro para una historia que brilla por sí sola, un desenlace que me dejó entre llorosa y sonriente.

-Prácticamente renuncié al mundo por ti -le digo, y, al hacerlo, estoy cruzando el umbral de mi propia historia de amor-. Al sol, a las estrellas, al mar, a todo. Lo di todo por ti.

No obstante, si tuviera que quedarme solo con una cosa de esta novela (muy difícil, porque no hay nada en ella que no sea perfecto), sería con los personajes. Con NoahyJude, no como personas separadas e individuales, sino como un todo fuerte y poderoso. NoahyJude son uno, dos corazones y dos almas en una misma esencia. Compartieron útero y comparten mundo, dividiéndoselo en una especie de juego. No podría elegir tan solo a uno, mientras leía la parte de Noah, me gustaba más él; al leer la de Jude, la prefería a ella. A Jandy Nelson le gusta escribir sobre hermanos, su anterior novela también trató el tema, y lo hace con suma delicadeza, con un amor tan profundo que me hace imaginar que ella tiene una relación muy especial con algún hermano, que ella vive lo que escribe y siente lo que transmite. Esa sensibilidad tiene que salir de una experiencia personal.


Te daría el mundo es de esos libros que te dejan sin aliento y sin palabras. Es imposible explicar lo que esta lectura te hace sentir, tan solo se puede descubrir experimentándolo por uno mismo. Es una historia perfecta, narrada con un estilo impecable y maravilloso, que cuenta con unos protagonistas de diez.