10 junio 2016

Buenos que se convierten en idiotas

En capítulos anteriores... MALOS QUE EN REALIDAD SON BUENOS, entrada inspirada por la misma novela que me ha hecho reflexionar acerca del tema de hoy: BUENOS QUE SE CONVIERTEN EN IDIOTAS. Atención, esta entrada tiene spoilers de la serie Destrózame y Por amor al arte.

Si ya os hablé del caso de Warner, un villano que se convertía en un buenazo, hoy os quiero hablar del otro chico que forma parte del triángulo amoroso de la saga Destrózame: Adam (y hablo de Adam porque es quien me inspiró a escribir esta entrada, pero en realidad existen muchos Adams). Tenemos al chico bueno, cariñoso, protector, que apoya y defiende a la protagonista. Lo tiene todo, cómo no iba a caer ella rendida a sus pies. Sin embargo, ella, que es medio bipolar, termina enamorándose de Warner y, de repente, Adam, de ser un corderito degollado se convierte en un león. Pasa a ser desagradable, a tratar mal a Juliette, a escupir críticas y más críticas. He comentado alguna vez en el blog que me parece un recurso muy fácil y tramposo por parte de un autor hacer precisamente eso: pintarte al chico muy bien, hacer que te enamores de él, convertirlo en el candidato perfecto, para luego (cuando ella elige al otro), hacer que se comporte de un modo desagradable para que le pierdas todo el cariño y te quedes conforme con la elección de la protagonista. El cambio de Adam es tan exagerado que se vuelve inverosímil, pues, aunque ella lo rechace, si tanto la quiere no debería querer hacerle daño ni desear su mal (él la echa sin miramientos de su casa sin tener en consideración que pueda morir). Vale, luego va mejorando la cosa y Adam no resulta tan malo, pero de un personaje tan tranquilo, tan cabal no cabe esperar una reacción tan exagerada, por muy dolido que esté. Es mi opinión.

Se me ocurre otro ejemplo similar, aunque en ningún caso tan exagerado: Por amor al arte. Vicky está prometida a Edmund, un hombre que, a pesar de no ser el amor de la vida de la chica, es bastante decente: va a permitir que ella estudie en una sociedad en la que la mujer ha de quedarse en casa, es divertido, está dispuesto a olvidar un desliz que cometió ella y que puede suponer su ruina. Sin embargo, está claro que Edmund no es hombre para Vicky, que ella acabará enamorada de Will, un hombre afín a la causa de las sufragistas, que no tiene posibles y vive como buenamente puede con su sueldo de policía. Will es el elegido, el perfecto, claro, pero Edmund no está mal, el joven no es mala gente y a mí me cayó bien (a pesar de que en ningún momento lo quise para ella). Pero, claro, ¿cómo hacer que el lector deje de sentir agrado por el no elegido? Volviendo a un chico simpático, divertido y agradable en un borracho adicto al juego, incapaz de llevar la contraria a su padre y capaz de comportarse de un modo deshonroso con la joven. 

Sí, está claro que en un triángulo amoroso siempre sobra uno, pero me parece un poco tramposo el recurso fácil de desvalorar a uno de los personajes para que el lector prefiera al otro y se quede contento con la elección de la protagonista. En el caso de Por amor al arte no me importó demasiado porque Edmund no aparecía apenas en la historia, pero a Adam le tenía cariño y me pareció feo volverlo tan egoísta. ¿Qué opináis? ¿Tenéis algún otro ejemplo que se adapte al tema de la entrada? Por favor, advertirlo en los comentarios si vais a hacer spoilers.

7 comentarios:

  1. Pues estoy totalmente de acuerdo contigo en esta entrada. Me parece que hay muchos autores que van al recurso fácil de cambiar la forma de ser de alguno de los personajes (siempre el que sobra) y la verdad que a mi no me gusta eso.
    He leído algún libro en el que ha pasado eso, ahora mismo no recuerdo el título, pero en si es lo que has descrito en esta entrada.

    Muy interesante este tema. Y cada vez me parece que se ve más. ¿Un poco de imaginación y tal, no? Que anda que no hay formas de hacer las cosas.

    Besos.

    ResponderEliminar
  2. Como tengo pendiente leer la trilogia de Destrozame no puedo leer la entrada pero volvere ;-)

    Saludos

    ResponderEliminar
  3. No me llama y lo de los triángulos lo llevo muy mal, aunque algunos libros que me encantan los tienen, pero prefiero que no haya xD

    Un besito ^^

    ResponderEliminar
  4. Hola!!! No me llama mucho la verdad, así que lo dejaré pasar.
    Un beso!!!

    ResponderEliminar
  5. Prefiero a los malos que son buenos y no a los buenos que acaban siendo idiotas sin duda alguna jajajajaja

    ¡SE MUUY FELIIIIIIIIIIIIIIIIIIZ! :):)

    ResponderEliminar
  6. Tengo muchas ganas de leer este libro desde que salió publicado!
    Un beso

    ResponderEliminar
  7. Destrózame. Que mente más pervertida debo de tener que sin haber leído antes de qué podría tratar se me ha ido la mente allá a La Ponia jajajajajaja... Muy buena entrada, siempre es un placer leerte. Un muack!

    ResponderEliminar

¡Gracias por tu comentario!