08 abril 2024

Reseña: Las hijas de la criada, Sonsoles Ónega

Las hijas de la criada
, Sonsoles Ónega
Premio Planeta 2023
Narradora: Neus Sendra
Editorial: Planeta
480 páginas

Una noche de febrero de 1900, recién estrenado el siglo XX, en el pazo de Espíritu Santo llegan al mundo dos niñas, Clara y Catalina, cuyos destinos ya estaban escritos. Sin embargo, una venganza inesperada sacudirá para siempre sus vidas y las de todos los Valdés.
Doña Inés, matriarca de la saga y fiel esposa de don Gustavo, deberá sobrevivir al desamor, al dolor del abandono y a las luchas de poder hasta convertir a su verdadera hija en heredera de todo un imperio, en una época en la que a las mujeres no se les permitía ser dueñas de sus vidas.  


Se ha hablado mucho de esta novela, he leído opiniones muy buenas y otras que la aniquilan. Ha habido controversia con su autora, tal vez de ahí vengan tantas críticas incendiarias. A mí Las hijas de la criada me ha fascinado y no puedo decir otra cosa. No la he leído, he disfrutado de la historia en audiolibro, y la experiencia ha sido fascinante. Se trata de una novela larga, densa en algunas partes, y tengo que admitir que en ningún momento se ha dispersado mi mente, algo que sí me ha ocurrido con otros audiolibros. Esta historia empieza potente y termina de igual manera.

Nos encontramos con la historia de doña Inés, que tiene una hija el mismo día que su criada. Las dos niñas son descendientes de don Gustavo, el marido de Inés, y la criada aprovecha un descuido para intercambiarlas. Clara y Catalina, dos hijas que se crían con mujeres que no son sus madres, dos hijas del mismo hombre. Qué historia más fascinante. Se centra en la vida de Clara, hija de la criada (en realidad, de doña Inés), y el personaje me ha enamorado. El sentimiento de leer este libro sabiendo la verdad de las niñas es... no sabría describirlo, de injusticia, tristeza, desesperación. Clara tiene que pasar verdaderas penurias en su vida, pero al menos tiene la suerte de contar con el favor de doña Inés, quien la siente como su hija, a pesar de no serlo. Con Catalina, el sentimiento es diferente, no la siente suya, es muy distinta a los demás miembros de la familia, tiene incluso un punto cruel. Este ha sido el detalle que menos me ha gustado del libro, la caracterización de las dos niñas tan similar a la de sus madres. Catalina se cría como hija de Inés, pero, por su forma de ser, es evidente que no lo es. Clara igual. No sé hasta qué punto influye la genética y la crianza, pero en el libro es muy exagerado el comportamiento de ambas chicas.

Las hijas de la criada me ha enamorado por sus personajes femeninos, tan fuertes, tan interesantes. He empatizado con muchos de ellos, incluso con los menos amables. Renata, la criada, es quien representa el papel menos favorable, la que puede caer mal. Sin embargo, también es la que más penurias pasa, la engañada, la que tiene una vida más complicada. Su comportamiento con doña Inés no es el que la señora merece, ella es buena y amable con la criada; su idea no es la más acertada, pero entiendo su frustración, su malestar, su sentimiento de venganza y de mamá leona que quiere lo mejor para su hija, aunque esto la separe de ella. Renata es un personaje inmenso. Doña Inés es maravillosa, me ha fascinado su tesón, su fuerza, su valentía. Sola es capaz de sacar adelante a tres niños y fundar un negocio de éxito. Sola se enfrenta a habladurías, desplantes y malas caras. Sola, siempre sola, pero con una fuerza inmensa. Y Clara, la verdadera protagonista, me ha llenado de amor y de luz, también de penas y tristeza, porque su vida es triste, a pesar de su suerte por contar con doña Inés, que la quiere como a una hija. Clara sufre verdaderas desgracias, pero sigue adelante, porque ha heredado la fuerza y el coraje de su madre.

Esta historia me ha dejado una resaca emocional que hacía tiempo que no sentía. He seguido pensando en ella una vez terminada. Me ha marcado. No me esperaba ese desenlace, no esperaba muchísimas de las cosas que acontecen. No pensaba que la autora pudiera tomar ese camino. Para no desvelar nada, solo diré que me ha sorprendido y entristecido a partes iguales lo que rodea al personaje de doña Inés de cara al final de la historia. Pero es la vida, supongo, y no todo es de color de rosa, no todo sale como queremos, por lo que veo positivo que la historia no haya terminado como yo estaba tan segura de que lo haría. Por último, no quiero terminar esta reseña sin hacer una mención especial a la narradora del audiolibro, que me ha atrapado con su voz, con su narración, con su maestría. Bravo, Neus Sendra, y gracias por haberme contado esta maravillosa historia de una forma tan increíble.

1 comentario:

  1. Me alegro de que te haya gustado, yo soy uno de los que también le gustó. Abrazos

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